La realidad como tal no existe. Cada persona tiene su propia realidad, es decir, los seres humanos conocemos la
realidad a través de la interpretación que cada uno hacemos de ella. Los seres humanos no actuamos directamente en el mundo, sino en la representación que creamos de él
cada uno de nosotros, y esa representación personal determinará nuestro modo de percibir la realidad y las opciones que podremos tener a nuestra disposición.
En función de nuestras propias vivencias, del lugar en el que nos ha tocado nacer, de las familia que nos corresponde, del comportamiento de la gente que nos rodea, y en
general de las experiencias que afrontemos...., sacamos nuestras propias conclusiones acerca de cómo es el mundo exterior, es decir, nos creamos un MAPA de la realidad que será diferente para cada
persona. Dicho MAPA constituirá nuestra guía para movernos por la vida y de una forma absoluta condicionará nuestro comportamiento habitual, configurando nuestra vida y nuestras
relaciones.
La Programación Neurolingüística (PNL) a través de sus técnicas y herramientas nos permite conocer nuestro MAPA y el de los demás para así poderlo modificar e incluso
ampliar, con el fin de alcanzar los objetivos que nos propongamos. Una terapia efectiva implica de algún modo, un cambio en la forma en la que la persona representa su experiencia del
mundo.